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No permitas que el aíslo entierre tu vida

No permitas que el aíslo entierre tu vida


Infancia, una de las etapas más básicas en el ser humano, dónde comenzamos a formarnos y crearnos, que abarca pasos importantes y vitales para ser lo que queramos en el futuro...

Por qué marca tanto una infancia robada, por qué se procesa mutismo ante ello, aislamiento personal o social tras el robo de la misma...

Por qué el aíslo, por qué el mutismo. Sea personal o social , lo que no cabe duda es que todos y todas nombran ese padecer en alguna etapa posterior e incluso perdura con los años de su vida.

Una gran parte se debe al secreto, un secreto que se ha guardado por vergüenza, por culpabilidad o desolación ante la carente ayuda recibida, el no haber podido ser escuchados, prefirieron llorar y callar en la perpetua condena de su mutismo...

Prefieren negarlo y enquistarlo dentro que soportar la realidad. Ante la impotencia de no ser entendidos, no ser ayudados es la postura que optaron y muchos mantienen aún...

Qué asusta tanto, qué más puedes perder, enfrentas cada día cuestionado eso y sigues preguntando,
¿Qué paraliza salir de tu aíslo?¿Cuál es el miedo?¿Te parece cómodo?¿Sabes lo que puedes ganar?.

No se confía para dar el paso, no se es capaz de entender que hay que relacionarse con el mundo nos guste o no, es parte vital de ser humanos, todos necesitamos contacto.
No desahogamos, no lloramos, no gritamos lo suficiente por miedo,sentir que no nos comprenden, que nos juzgan, que nos rechazarán, que nos mirarán diferentes como si lleváramos un cartel en la frente, que molestamos, que no merecemos...

Sentires profundos que condicionan la expresión y actuación que liberaría el alma.
Testigos del horror vivido en carne propia que arrebató la voz con impotencia e incomprensión,
Enterraron tu infancia pero permitirás que entierren tu vida, seguirás dejando que gane el culpable de tu dolor. Creo que se ha robado, negado y olvidado tantas cosas de la vida que no se debe permitir que sigan muertas en vida, apagándose poco a poco , negándose el derecho a sentir y vivir.

No te quedes en el silencio del dolor, respira, toma aliento de vida y escucha tu voz y tu latir...
Te queda mucho por sentir y vivir, no te lo niegues. Permítetelo, rompe el aíslo.



La Muñeca

Dejó sus juegos para ser el juguete y así en muñeca se convirtió.
A la merced del más fuerte y perdiendo su voz.
Cuan valentía en la ley del más fuerte siempre presente.
Sus manos arrancaron la piel y sus actos la vida,
la muñeca ahí quedó rota y sucia por su hastío.
Cuando todos la olvidaron ella asomó a la luz.
El peso de la culpa arrastraba su cuerpo,
en su pensamiento se instaló el recuerdo eterno.
Gritos en silencio quedaron para soportar el regreso
al mundo que un día le hizo despertar de la más tierna inocencia.
Un mundo lleno de por qué que jamás encontrará respuesta,
lleno de dureza y vacío que sólo ella entiende.
Respira el aire helado de los días, naufraga entre la gente como alma vagabunda,
soporta hundirse lentamente mientras aparenta fortaleza
y temple cuando teme lo que siente.
Porque se ha dado cuenta que han pasado los años
y las huellas aún despiertan sus descansos y pesares.
Lucha consigo misma porque lo ve diferente,
es más grande y más fuerte pero a veces no tan valiente.
Lo que pudo ser y no fue atormenta a veces sus sueños,
probar lo no conocido atemoriza con agonía.
Confusión en su caos y no sabe sacar su dolor.
Quisiera borrar tanto, que no encuentra consuelo, se baña de ganas
y lucha por la vida a pesar de encontrarse perdida pone su mejor sonrisa.
La muñeca quiere cobrar de nuevo vida y gritar al despertar del mañana.
¿Quién quiere ser una muñeca rota?
Ha perdido mucho no quiere perder más, ni quitar su sonrisa,
aunque todo la atemoriza sufrirá igual pero por lo menos luchará
porque hasta por cobrar vida la culpabiliza, cuando es de ella y de nadie más.

¿ Basta de maltratos? ¿Quieres seguir siendo la muñeca rota ? Yo no.


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