Aquellas voces inocentes que callan, víctimas de sus propios
padres, abuelos, tíos, vecinos, amigos o desconocidos. Voces de Cristal por la
fragilidad y transparencia de su sonido, por lo fácil que se quebrantan, por lo
irreversible de sus caídas. Voces que se rompen, lágrimas que como cristal
cortan el alma... Y aquellas alas de un querubín llamado infancia.
Que fácil quebrantar la ingenuidad, robar la niñez y obligar
a nacer a la madurez.
El dolor salta del pecho. Quiere doblegar al cuerpo y
dominar la mente. Mientras tu voz quiere gritar pero no se escucha sino
absoluto silencio.
Has caído en la realidad. Ya no ves la película de la que
creías o suponías que eras protagonista, ahora sabes que fue a ti, que es tu
vida, que es real y que no lo puedes negar.
Ese nudo en la garganta que te aprieta intentando salir. Que
en parte quieres que salga pero el miedo no lo permite. Ese miedo inútil y
despreciable que se disfraza de culpa y vergüenza para anularte.
Mis palabras son mudas y se esconden, esperan en la lejanía
a que el sentir de la tinta se pronuncie despacio y sin distancia. Mi cuerpo
sufre las consecuencias del silencio.
Tinta con voz propia que habla, sin emplear tinta en mis
palabras. Y sonrío, sin lápices que dibujen sonrisas en mi cara.
Aunque las Voces sean de Cristal seguirán gritando aunque sean
silencios porque somos guerreros sobrevivientes y de alguna forma nos hacemos
entender. De alguna forma sacamos el dolor y de alguna forma luchamos. Nos
robaron la infancia no permitamos que sea la vida.
" Vamos a nuestro lugar especial. es nuestro pequeño secreto." Mi Abusador, yo 4 años.
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