Palabras
mudas que se esconden, esperando en la lejanía, a que el sentir de
la tinta se diga despacio y sin distancia. Tinta con voz propia que
habla, sin emplear tinta en sus palabras.
Ya
es de madrugada. El cielo, arriba y lejano de mis lágrimas saladas,
sucumbe ante el destello de la luna hecha de plata. Y me encuentro
aquí tendida en mis pesadillas, sin sentido, sin mirada y sin
palabras.
¿Cómo
es que los cuentos de los que ayer me reía sin tregua,
han
venido por venganza de mi burla porque hoy no me hacen gracia?¿Serán
otro tipo de cuentos?
Es
éste el cuento del destino, quien sin falla y mucho tino me ha
encontrado en la rivera de mi vida y mi tristeza. Es el cuento que no
cuento por temor a la amargura. Del que los monstruos son reales, del
cual soy la protagonista, del cual se escribe según se dibujan mis
lagunas. Recordarlo me ha llevado a mis lágrimas ocultas. Tendida en
el suelo me encuentro esperando a que todo pase ¿Y actuará la
lógica, sin culpa?
De
mis sueños ya se burla, pues sabe bien que al final será todo real.
Más, no importa, que más da, otro puzzle... Que aunque el cuento se
repita ¡aún persiste la esperanza de poderlos superar!
Sigue
siendo madrugada y sigue brillando la luna plateada.
Aunque
se acabe esta noche, aunque los monstruos no vengan y las pesadillas
acaben, mi corazón ya es su presa.
Desearía que del cielo las estrellas bajaran a la faz de la tierra y que en el mar se ocultaran. Que con ellas arrasaran las pesadillas del mundo y brillaran para que todo el mundo supiesen dónde están y poder alejarse de ellas.
Desearía que del cielo las estrellas bajaran a la faz de la tierra y que en el mar se ocultaran. Que con ellas arrasaran las pesadillas del mundo y brillaran para que todo el mundo supiesen dónde están y poder alejarse de ellas.
Quisiera
que la luna se vistiera de luto y mantuviera su brillo bajo un velo,
que recordase el dolor y daño causado para que nadie olvidase lo
ocurrido a tantos y tantas...
Quizás
una llamada de atención o petición de atención para paliar los
hechos que no tienen solución salvo prevenir un futuro para otros.
Hay
que levantar el velo del subconsciente y recordar. Las memorias
perdidas en el silencio del abismo gritan, clamando venganza para los
olvidados. Haz enterrado tus memorias, encadenándolas a la eterna
oscuridad. ¿Tienes miedo? es humano, pero haz de recordar. La
tormenta agita tus pensamientos pero decides evitarla, como quién
huye de sí y comete los mismos errores una y otra vez en un ciclo
infinito de cordura y muerte. Haz de afrontar tu pasado, abandonar la
debilidad y hacer consciente tu oscuridad.
Cerraré mis ojos y me hundiré poco a poco en el abismo de la soledad, del silencio lleno de ecos de las voces que sólo se proyectan cuando nos negamos a hablar. Dejaré que el viento acaricie mi cabello suelto y mis párpados, cada vez más pesados, que oculten mi cansado rostro de la suave claridad que baña mi cuerpo al ver el amanecer. Mi respiración es lenta, al son del ir y venir de un corazón sosegado. Sin prisas, sin el estrés del exterior. Inspirar, espirar, es hora de dormir...
Cerraré mis ojos y me hundiré poco a poco en el abismo de la soledad, del silencio lleno de ecos de las voces que sólo se proyectan cuando nos negamos a hablar. Dejaré que el viento acaricie mi cabello suelto y mis párpados, cada vez más pesados, que oculten mi cansado rostro de la suave claridad que baña mi cuerpo al ver el amanecer. Mi respiración es lenta, al son del ir y venir de un corazón sosegado. Sin prisas, sin el estrés del exterior. Inspirar, espirar, es hora de dormir...
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