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No sabría decir...

     Y ahora silencio, frío y miedo sin sentido. Me reconforta y asusta al unísono, demonios, es como sentir el desgarro de la carne y alivio del alma a la vez.
     Es como tristeza en exponente máximo,
mas también alivio de una incomparable Unión.
     ¿Quién diría que es así ser temerosa?
¿Quién querría sentir lo que yo he sentido?
     En mi pecho se ha tornado una puerta barata
que tras haberla abierto yo con ganas,
es ahora un agujero sin bisagras
del que todo se me escapa pero deja un dolor en la garganta.
     Tan negruzco es ahora ahí dentro
que sufro pues parece que el sufrir se me hace complejo, más  ahora que soy más simple que una rata. Me siento vulnerable.
     Tanto roer y era roer mi alma.
Era hacer leña de mi errática palabra
para hacerme caer a las llamas.
Frías e invisibles, mas incendiarias.
     Pero vacía mi caja torácica,
el mundo me es tumulto y soledad,
me es un respiro alegre
a mi sentida locura.
     ¿Será porque aunque rota y indecisa sigo adelante? ¿ Será porque muerta de miedo aún estoy en pie?
     Posea yo o no  la certeza de continuar, sin tener respuestas sólo despejo el sentimiento del miedo como base.
     Más tengo una eternidad sola,
quizás dos, quién sabrá...
así que me decido a todo
mientras seamos yo y mi voluntad, para vencerlo.
     ¿Qué me asusta? No sabría decir...es tanto...


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